El señor Olivé, se crió entre encinas, pinos y alcornoques, los árboles que visten la falda del Montseny. Él siempre cuidó su tierra y la protegió de la gente inconsciente que la ensuciaba sin importarle las consecuencias. En 1978, después de mucho esfuerzo, cartas y llamadas, un equipo de la UNESCO visitó la zona y quedó enamorado de aquellos paisajes. De esta manera Olivé consiguió que El Montseny fuese el parque natural más antiguo de Catalunya. Años después son muchos los amantes del macizo quienes peregrinan hasta la casa del salvador de la flora y fauna catalana, nuestros amigos de Lianallull y Le Petit Ramón quisieron que les acompañásemos en su visita al templo y compartiésemos con todos su homenaje para la conservación del parque.