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Con las siempre entrañables actuaciones de Juan Ferrara, Rafael Inclán, Patricia Reyes Espíndola y Azela Robinson, en el montaje de la obra teatral Made in México, el público tuvo momentos de júbilo pero también espacios para la reflexión en torno a lo que somos como país y hacia dónde vamos, y de cómo, a pesar de nuestros muchos problemas, aún hay mexicanos que acepten quedarse en su tierra, cuidando que las tumbas de nuestros mayores estén limpias.

La obra de teatro se presentó en el Teatro Pablo de Villavicencio dentro de la Temporada de Primavera de la Sociedad Artística Sinaloense y del Instituto Sinaloense de Cultura.

Se trata de una obra original de Nelly Fernández Tiscornia, dirigida por Manuel González Gil, que narra el regreso a su patria de la pareja formada por Osvaldo (Juan Ferrara) y su esposa Marisela (Azela Robinson), quien es hermana de El Negro (Rafael Inclán), quien vive en una casa de barriada en Coyoacán con su esposa Yoli (Patricia Reyes Espíndola).

Durante la historia, Marisela y Osvaldo regresan a México tras 30 años de haber salido “con una mano por delante y otra por atrás”, tras la última de las cíclicas devaluaciones, y de haberlo perdido todo al subirles la deuda con el banco, y se van a Estados Unidos. Al retornar, Marisela no ha olvidado la forma en que salieron del país, como apestados, pero Osvaldo aún recuerda con nostalgia su país, su cultura, su gente y no está muy contaminado de los rencores de su esposa, agradecida con el país que les dio cobijo.

Mientras Yoli y El Negro tratan de agasajar a sus invitados, empiezan a aflorar los sentimientos, y cuando Marisela propone a su hermano que se vayan con ellos a Estados Unidos, y deje este país que, “de cuerno de la abundancia pasó a ser de cuerno de chivo”, y donde imperan la corrupción, los pocos ricos que concentran toda la riqueza, los políticos deshonestos y la inseguridad.

El Negro se entusiasma con la partida, pero entra en conflicto con la callada Yoli, quien al fin estalla y le recuerda que este país es su país, que aquí está su cultura, que aquí somos alguien mientras para los gringos somos menos que basura y hasta le recuerda que, cuando se le iba a quemar su taller, todos los vecinos corrieron a apagar el incendio a cubetazos.

Un compás de suspenso durante el que El Negro comprende que no podrá irse; termina agradeciendo a su hermana por sus buenas intenciones y ella reconoce que si quiso llevárselo es porque es su única familia, y desea que estén juntos.

La historia es sencilla, pero vale por la comicidad de Inclán y la actuación de los protagonistas, y está salpicada de canciones que exaltan la mexicanidad, en una escenografía que recrea una casa de vecindad con su lavadero, su máquina de coser, etcétera.

Made in México es la adaptación de un texto de la dramaturga argentina Nelly Fernández Tiscornia y originalmente se llamó Made in Lanús, la cual fue estrenada en 1986 y un año después fue llevada al cine bajo el nombre de Made in Argentina. Esta historia, en su versión original, se ubica en Argentina después de la caída de la dictadura militar que ese país sufrió entre 1976 y 1983.

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