PUBLISHED: Jul 15, 2017
DESCRIPTION:
1 Palabras de Lemuel, rey de Masá, que le enseñó su madre:
2 ¡Qué te diré, hijo mío, hijo de mis entrañas,
hijo de mis promesas!
3 No gastes tu fuerza con las mujeres,
ni tu vigor con las que destruyen a reyes.
4 No es propio de reyes, Lemuel,
no es propio de reyes beber vino,
ni de gobernantes entregarse a los licores.
5 Pues si beben se olvidan de las leyes
y no atienden el derecho de los indefensos.
6 Da licor al desesperado,
vino al que está triste;
7 que beba y olvide su miseria,
y de sus penas no se acuerde más.
8 Sé voz del que no sabe hablar,
y defensor de los abandonados;
9 abre tu boca para dar sentencias justas,
para defender al pobre y al desprotegido.
10 Una mujer valiosa, ¿quién la encontrará?
Es más preciosa que las perlas.
11 Su marido confía en ella
y no le faltarán ganancias.
12 Ella le hace el bien y nunca el mal
todos los días de su vida.
13 Busca lana y lino,
y trabaja con laboriosidad.
14 Es como barco de comerciantes
que de lejos trae sus víveres.
15 Se levanta cuando aún es de noche,
distribuye la comida a sus criados y las tareas a sus criadas.
16 Examina un campo y lo compra;
con lo que gana planta un viñedo.
17 Se ajusta el cinturón con fuerza
y despliega la fuerza de sus brazos.
18 Comprueba si sus tareas marchan bien
y de noche no se apaga su lámpara.
19 Aplica sus manos para hilar
y con sus dedos elabora el tejido.
20 Tiende su mano al necesitado,
alarga sus brazos al pobre.
21 No teme que la nieve dañe a sus criados,
porque todos van bien abrigados.
22 Se confecciona mantas,
y sus vestidos son de lino y púrpura.
23 Su marido es estimado en la ciudad,
cuando se sienta con los ancianos del lugar.
24 Teje telas de lino y las vende,
y proporciona cinturones al comerciante.
25 Se viste de fortaleza y dignidad,
y mira esperanzada al porvenir.
26 Abre su boca con sabiduría,
su lengua enseña con amor.
27 Vigila lo que hacen sus criados
y no come el pan de balde.
28 Se levantan sus hijos para felicitarla,
su marido para elogiarla:
29 «Muchas mujeres demostraron lo que valen,
pero tú las superas a todas».
30 Engañosa es la gracia, vana la hermosura;
la mujer que teme al Señor merece alabanza.
31 Alábenla por el éxito de su trabajo,
que sus obras la engrandezcan en la plaza.