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El Rosario de mi Madre - Vals dedicado a la madre. Canciónes criollas para el Día de la Madre hay muchas, pero ésta es probablemente la más popular.

Este vals peruano fue popularizado mundialmente por María Dolores Pradera y en el Perú por el trío Los Embajadores Criollos. El vals del compositor arequipeño Mario Cavagnaro fue estrenado por el trío Los Troveros Criollos en 1961, con el nombre La última Cita.

Mario Cavagnaro, compañero de Los Troveros Criollos durante 9 años y director de la disquera Sono Radio, les compuso este vals titulandolo La última Cita. Con este nombre fue editado poco antes de su separación. Posteriormente, otro grupo contemporáneo, Los Embajadores Criollos, con Oscar Avilés como primera guitarra y productor hicieron un cover más lento y con la autorización del autor, le pusieron un título más melodramático (El Rosario de mi Madre). Esto se hizo para poder editarlo en la competencia (disquera Iempsa). Con gran éxito por cierto.

Como la versión de Los Troveros Criollos nunca fue editada en CD, sólo éste y otros covers de grandes artistas peruanos (Los Dávalos, Roberto Tello) son conocidos al publico peruano.

La gran cantante española María Dolores Pradera fue quien con una bellísima versión, lo popularizó internacionalmente. También Pedro Almodóvar la utilizó como fondo musical en su película Carne Trémula.

Hoy después de 50 años, publicamos la grabación original con la cual dio la luz al mundo uno de los más queridos valses peruanos, junto a Cuando llora mi Guitarra, Todos vuelven, El Plebeyo, La Flor de la Canela, Corazón y otras joyas de la música criolla peruana. Es también uno de los más populares canciones criollas dedicadas a las madres e infaltable en las celebraciones del Día de la Madre.

EL ROSARIO DE MI MADRE (VALS) - LETRAS:

Aunque no creas tú, como que me oye Dios,
ésta será la última cita de los dos.
Comprenderás, que es por demás,
que te empeñes en fingir,
porque el dolor de un mal amor
no es como para morir.

Pero deshecha ya mi más bella ilusión,
a nadie ya en el mundo daré mi corazón.

Devuelveme mi amor para matarlo,
devuelveme el cariño que te di,
tú no eres quien merece conservarlo,
tú ya no vales nada para mí.

Devuelveme el rosario de mi madre
y quedate con todo lo demás,
lo tuyo te lo envío cualquier tarde,
no quiero que me veas nunca más.