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Vivió en la permanente contradicción ; empezó a jugar en una peña barcelonista ,la peña Anguera, pero era Españolista de corazón, como era más pequeño le redujeron el apellido y de Cano paso a conocerse como Canito; algún técnico avispado y su corazón perico le despistaron de la vista azulgrana y una tarde mágica debuto en Sarria. Jose Cano, Canito, tenía todo era un atleta y estaba cargado de calidad y técnica jugaba de central, jugaba de mediocentro y algún día Helenio Herrera le puso contra el Valencia de delantero centro, jugaba como los grandes asï que el destino se cruzo con el dinero y fue traspasado al Barça pero cada mañana cuando bajaba la diagonal cogía el semáforo de la izquierda y sólo al llegar a la puerta de Sarria se daba cuenta de que entrenaba en el camp nou, el semáforo de la derechaMuchos años después el Lobo Carrasco contaría que bajo la camiseta de entrenamiento del Barça llevaba canito la del RCD Espanyol de Barcelona.
Una tarde al final de la temporada 80-81 Canito estaba apunto de ocupar el centro de la defensa del Barça calentando la banda en un partido jugado en casa a la misma hora el Espanyol necesitaba ganar en Alicante al Hercules para evitar el descenso, el Barça empato a 1 el público silbaba, estaba complicado el Espanyol pero cuando faltaban 6 minutos el paraguayo Morel marco el gol de la salvación, el tanto ilumino entre silbidos el marcador del camp nou que asistia aburrido al empate de su equipo, cuando Canito vio el gol españolista asomar al electrónico salto alborozado con los brazos abiertos al cielo festejando con la camiseta azulgrana el triunfo del equipo de su alma,2 semanas después recibió la baja del Club