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Tindersiticks fueron los encargados de inaugurar el Cartagena Jazz Festival, ayer miércoles 24 de octubre en el Nuevo Teatro Circo de Cartagena. El reverenciado sexteto de Nottingham que acumula ya dos décadas de pop preciosista, camerístico y minucioso, deleitó a un público entregado que escuchó como desgranaba los temas de su disco The Something Rain.



La banda debutó en 1993 con Tindersticks I, un álbum en el que ya mostraron muchos de los rasgos que marcarían su trayectoria, con arreglos de y para sibaritas y la voz de barítono de Stuart Staples barnizando unas canciones que se lanzan, sin despeinarse en los crescendos y con la raya del pantalón siempre en su sitio, por sendas antes trazadas por Serge Gainsbourg y Lee Hazlewood.



Los británicos están viviendo su segunda juventud. Su tripleta inicial de discos permanece en la memoria como uno de los capítulos más ilustres del pop orquestado, tres obras magnas de los 90 en los que la banda liderada por Staples llegó a alturas sólo reservadas a gigantes como Scott Walker. Su elegancia neoclásica también ha dado grandes momentos para la música de cine, en especial en las películas de la directora Claire Denis. Después de un breve descanso y cambios en la formación, desde 2008 han retomado una trayectoria que, lejos de perder interés, retoma el vuelo definitivamente con The Something Rain (2012), un disco en el que retoman su sonido y le añaden nuevos matices.



Tindersticks tuvieron en Cartagena como telonero a Thomas Belhom, un músico americano que además de formar parte del Amor Belhom Duo que surgió en Arizona en 1997, ha colaborado estrechamente con Calexico, y ha formado parte de la última encarnación de Tindersticks. Belhom, batería y percusionista versátil, pues también toca la guitarra y otros instrumentos, que introdujo la inauguración del Cartagena Jazz Festival.