DESCRIPTION:
Un Gobierno de overol
Los trabajos voluntarios durante la UP
Por: Ricardo Ahumada S.

El ánimo no era el mejor ese sábado 5 de septiembre de 1964 para Mireya Baltra y sus amigos del barrio. El día anterior el candidato por el que venían trabajando hace meses había perdido. Estaban en una plaza al costado de Avenida Grecia, matando el tiempo, hasta que llegó una visita inesperada. Salvador Allende Gossens, que el día anterior había sido derrotado por el candidato DC, Eduardo Frei Montalva, apareció a departir con ellos en un lugar que los mismos jóvenes habían construido voluntariamente para su campaña presidencial. Nos dijo que no debíamos bajar los brazos, que teníamos que seguir luchando por el proyecto que queríamos y que algún día la juventud edificaría el camino hacia el socialismo. Los jóvenes de esa época fueron el caballito de batalla para Allende. Miles de ellos entregaron horas de descanso para aportar al proyecto país en el que creían. Por eso, con Allende al mando, la juventud pasó a jugar un rol fundamental. Si bien existían trabajos anteriores en las primeras tomas de terreno, como en la población Luis Emilio Recabarren en 1947 y en La Victoria en 1957, y algunas experiencias de trabajos de verano impulsados por estudiantes universitarios a comienzo de los sesenta, las jornadas durante la Unidad Popular tenían un distintivo especial: eran a nivel nacional. Desde que asumió allende como Presidente hasta 1972 más de 70 mil jóvenes completaron cincuenta millones de horas de trabajo voluntario, que comprendían desde la creación de una represa subterránea en Cabildo, pasando por trabajos de brigadas juveniles en las empresas nacionalizadas del carbón y el cobre, hasta la reforestación de la Pampa del Tamarugal. Manuel Guerrero Ceballos, uno de los tres dirigentes encontrados degollados el 30 de marzo de 1985 en Quilicura, fue el encargado de rendir cuentas en el séptimo congreso de las juventudes comunistas de Chile, en 1972, ante una masa en el estadio nacional. ¡La tarea de las tareas debe ser transformar Chile entero en una gigantesca obra!, dijo Guerrero en esa ocasión, registrado en un informe que su hijo encontró hurgueteando entre sus papeles en 1987 en Budapest, Hungría.

Los voluntarios de La Moneda
Pero lejos la particularidad más grande de la época fue que el propio allende integró a todos los funcionarios de Gobierno a trabajar los domingos como voluntarios, en distintas funciones. Así, ministros y funcionarios de Gobierno cogieron palas y chuzos y se vistieron de overol para realizar, cada domingo, la labor que los obreros, mineros y carpinteros hacían a diario. Patricia Espejo, secretaria personal de Salvador Allende y hoy directora de la fundación que lleva su nombre, recuerda cómo tuvo que pasar cerca de diez horas como obrera en una de las empresas nacionalizadas durante la época. Terminé muerta de cansada, pero pude experimentar física y mentalmente el desgaste de trabajar en ese puesto todos los días. Mireya Baltra, ex ministra del Trabajo de la UP, recuerda una anécdota con el ex ministro de Hacienda de Ricardo Lagos, Nicolás Eyzaguirre, cuando éste participaba de los trabajos voluntarios. Lo vi descansando un momento y en broma le dije: ¿qué estay haciendo vo ahí, huevón? Déjate de flojear y ayuda a los demás. Baltra considera que la juventud de esa época tenía motor propio, porque a pesar de tener un gran sentido ideológico también participa la que no estaba ligada a los partidos, pero sí al trabajo comprometido de Allende.

Continúa leyendo:

http://www.fundacionsalvadorallende.cl/enlacesalida2.php?num=9149