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Vivimos tiempos confusos...

Tiempos donde el tiempo no es sólo tiempo, sino espacio-tiempo. O quizá tan sólo suceda que las cosas ya no son como son, sino como dice la televisión que son. Y es que durante muchos años hemos vivido bajo el yugo del Positivismo, aquella corriente de pensamiento nacida en la Ilustración que decía que la realidad puede ser aprehendida si se usa el método correcto; el método científico.

Sí, sí, las cosas eran lo que eran y eso era algo que no se podía discutir. De hecho, las doctrinas más revolucionarias bebieron de esa idea; desde los primeros socialistas utópicos hasta los últimos anarco-sindicalistas pasando por Marx y Bakunin, quienes creyeron por la más alta fe que el capitalismo existía por encima de todas las cosas. ¡Oh, ilusos! Hoy en día ya lo sabemos todo, o más bien ya sabemos que no sabíamos nada, y que seguiremos sin saber por mucho espacio-tiempo más.

Y es que hemos estado equivocados dos siglos: el capitalismo no existe. ¡Oh, cómo podíamos llegar a ser tan ingenuos como para pensar que una entelequia así podía ser más real que un átomo! cuando, tal y como afirma la mecánica cuántica, ni tan siquiera los átomos son reales -en el sentido que afirmaba el pensamiento positivista- y entonces, ¿para qué luchar? ¿contra qué luchar?.

Bienvenidos, amigos, al terrible mundo de la postmodernidad donde la verdad no es verdad y la mentira nos remite a la realidad. Mentira y verdad, verdad y mentira... conceptos obsoletos bajo el prisma relativista de la postmodernidad, donde nada es tanto como puede llegar a ser, en forma de mera probabilidad, claro está, y jamás como hecho consumado.

Demos la bienvenida, pues, a la post-revolución. Todos y todas seremos subcomandantes al servicio del desaparecido capitalismo con forma de globalización, otra entelequía, por cierto, positivistamente atractiva. Gracias, Guy Debord, por mostrarnos el camino.

¡Dialéctico materialismo! ¡Nada pueden contra nosotros! pues ya no somos rebeldía sino tan sólo imagen, o no... o yo qué sé...

(No olvides canjear este tema por una hamburguesa completa en tu establecimiento más cercano de la conocida cadena de Hamburgueserías Burguesas)

Y por cierto... sé contra quién, lo que no tengo claro es cómo... cómo hacer que se vayan ¡¡¡a la mierda todos!!!. Miles de años buscando la felicidad y ahora la cambian en 3 x 2 o en cómodos plazos a pagar.