PUBLISHED: Mar 04, 2017
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Música Católica. El Hijo prodigo
Evangelio según San Lucas, 15 v 1-3.11-32
Jesús les dijo esta parábola: «Había un hombre que tenía dos hijos. El menor dijo a su padre: "Dame la parte de la hacienda que me corresponde." Y el padre repartió sus bienes entre los dos.
El hijo menor juntó todos sus haberes, y unos días después, se fue a un país lejano. Allí malgastó su dinero llevando una vida desordenada.
Cuando ya había gastado todo, sobrevino en aquella región una escasez grande y comenzó a pasar necesidad.
Fue a buscar trabajo, y se puso al servicio de un habitante del lugar que lo envió a su campo a cuidar cerdos.
Hubiera deseado llenarse el estómago con la comida que daban a los cerdos, pero nadie le daba algo.
Finalmente recapacitó y se dijo: ¡Cuántos asalariados de mi padre tienen pan de sobra, mientras yo aquí me muero de hambre!
Tengo que hacer algo: volveré donde mi padre y le diré: «Padre, he pecado contra Dios y contra ti.
Ya no merezco ser llamado hijo tuyo. Trátame como a uno de tus asalariados.»
Se levantó, pues, y se fue donde su padre. Estaba aún lejos, cuando su padre lo vio y sintió compasión; corrió a echarse a su cuello y lo besó.
Entonces el hijo le habló: «Padre, he pecado contra Dios y ante ti. Ya no merezco ser llamado hijo tuyo.»
Pero el padre dijo a sus servidores: «¡Rápido! Traigan el mejor vestido y pónganselo. Colóquenle un anillo en el dedo y traigan calzado para sus pies.
Traigan el ternero gordo y mátenlo; comamos y hagamos fiesta, porque este hijo mío estaba muerto y ha vuelto a la vida; estaba perdido y lo hemos encontrado.» Y comenzaron la fiesta.
ASÍ COMO LA PARÁBOLA DEL HIJO PRODIGO MUCHAS VECES NOSOTROS HEMOS SIDO ASÍ NOS APARTAMOS DE DIOS BUSCANDO NUESTRA LIBERTAD Y LLEGA UN MOMENTO EN EL QUE NECESITAMOS DE EL Y NO SABEMOS COMO VOLVER PERO DIOS EN SU INFINITO AMOR NOS RECIBE CON LOS BRAZOS ABIERTOS.