DESCRIPTION:
«Nos gusta pensar que tocamos música que necesita existir», afirma Enrique Chi, cantautor y guitarrista de Making Movies. Al combinar la dinámica del rock indie con ritmos africanos y cierta inspiración mágicamente real del folklore de América Latina, Making Movies crea música que importa ahora: Aventurera en lo rítmico, sustanciosa en la letra y sensual en lo melódico—el sonido progresivo latino.
El segundo álbum de la banda, A La Deriva, cuenta una historia basada en las luchas de una familia inmigrante que trágicamente se deshace en los Estados Unidos, y su impacto en la generación siguiente. Bajo la producción de Steve Berlin de Los Lobos, la lírica fuerte de la banda, las ondas persistentes de percusión, y un sentido innato de navegar por dos culturas fluye fácilmente en la creación de una grabación bilingüe.
Enrique y su hermano bajista Diego Chi crecieron en Panamá, escuchando a los Beatles, Peter Gabriel y Pink Floyd, rock clásico de la colección de Papá. Por otro lado, a Mamá le encantaba bailar los sonidos tradicionales de la salsa, merengue y cumbia. Y toda la familia concordaba con la inspiración que aportaba el músico panameño Rubén Blades, «una influencia inmensa», dice Chi. Aún de niño, comprendía que la composición épica de Blades, «Pedro Navaja» era una canción un tanto tenebrosa que podía bailarse, y convertía una paradoja en una convicción personal: «La música debe tener un significado más profundo que un rato de esparcimiento; debe hacernos pensar un poco».
Luego de tomar el nombre del título de un álbum de Dire Straits, los hermanos fundaron su banda en Kansas City en el 2009 junto con el percusionista Juan-Carlos Chaurand (quien se crió estudiando el arte y la cultura de México) y con el baterista Brendan Culp (un compañero de escuela de Diego que conocía poco de los ritmos latinos, pero que rápidamente los fue asimilando, revelando una capacidad previamente desconocida de comprender las raíces de todo tipo de música). Al lanzar un álbum independiente, In Deo Speramus, y un E.P., Aguardiente, el sonido de la banda fue descrito por Ink Magazine como «música cubana de sala de bailes combinada con ráfagas de guitarra resonante sacada directamente de Daydream Nation de Sonic Youth, pero como si fuera reinterpretada por Carlos Santana». Pero cuando lograron presentarse abriendo para Los Lobos, la fortuna les sonrió: esa banda del oriente de Los Ángeles había sido pionera con su propio estilo de cambiar abruptamente de rancheras a música ferozmente punk y a jams libres, y reconocieron a Making Movies como peregrinos en su misma jornada. Berlin dice de la banda: «Me impresionó la forma espontánea con la cual se movían de un estilo musical a otro, y a la vez se apropiaban de cada uno de ellos. Fue casi de modo instantáneo que decidí que quería trabajar con ellos».