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Nuestro proyecto toma como punto de partida la premisa establecida del tema del desahucio, pero enfocándola de un modo diferente.
Tomamos una situación y la retorcimos hilando un argumento base que justificaría los desahucios de un modo diferente, para satirizar la situación, y mediante la simpleza que ofrece la narrativa, conducir a los que estén contemplando la obra a través de una realidad diferente, en apariencia grotesca, que lanza al aire la siguiente cuestión: ¿Se nos revela toda la información? Esto no es nada nuevo, es un dilema que se repite sucesivamente en cualquier colectivo jerarquizado, y al cual siguen otras muchas cuestiones, dibujadas por esta misma niebla de incertidumbre, como ¿Sabemos lo que comemos? ¿Enfermamos de forma natural?
En un intento por enfocar nuestro proyecto de forma que no fuera un insulto banal a la creatividad, cosa fácil cuando se orienta a la gente en una dirección específica, me vino a la mente un fenómeno bastante conocido en la última década denominado "Chemtrail"
Que consiste en la aparición en los cielos de unas misteriosas estelas que se entrecruzan en lugares por donde no pasa absolutamente ninguna ruta comercial, o al menos de dominio público, y a alturas que no son las usuales.
Varias teorías afirman que podría tratarse de experimentos gubernamentales en los que se estaría probando el efecto y difusión de diversos gases en el aire y sobre la población.
Esta idea nos hizo buscar una explicación diferente, absurda, grotesca, para los desahucios.
En "La Estrategia de la Carcoma" El gobierno, supuestamente achaca a la crisis financiera y a los bancos, que serían los brazos ejecutores de su tapadera, el asunto de los desahucios. Si no se paga, fuera casa. Sin embargo diversos personajes invitados al ficticio programa, afirman que los desahucios son producidos por causas bastante ajenas a lo común.
Un violento gas está siendo rociado en secreto por el gobierno, con fines desconocidos, y cuyo efecto es una voraz carcoma que corroe las estructuras de las viviendas españolas, permitiendo así que la policía haga su trabajo, justifique y desaloje la zona, por la seguridad ciudadana.
Todos los diálogos son improvisados, puesto que el uso de un guion es para mí algo muy restrictivo, y sumamente desagradable, con lo cual la sensación de sarcasmo se aumenta, al apreciarse la espontaneidad de los diálogos.
En el apartado audiovisual, como collage, hicimos uso del apropiacionismo más acérrimo, usurpando imágenes de distintos desahucios y casos, y doblándola con nuestra pista radiofónica, como si los invitados al programa estuvieran viendo ellos mismos estas imágenes alrededor de la mesa de la cabina.
En cuanto al audio... Decidimos que por alguna razón sería buena idea componer una canción para acompañar el documento... Pero debía seguir el ejemplo del guion; No seguir ninguna pauta establecida; Improvisar. Pusimos una pista en sampler de batería durante cerca de 6 minutos, y nos pusimos a improvisar, con toda esta historia en la cabeza. El resultado fue lo que oís.
Es un trabajo que se centra en desde el primer momento, con su lento principio, pantalla negra, forzar al espectador a sumergirse en la historia que se narra, a practicar algo que no está demasiado de moda; escuchar.
De este modo, con este paralelismo tan drástico, que muestra algo tan obvio que es falso, el espectador puede, con curiosidad plantearse una realidad completamente distinta del mundo en que vivimos. Una realidad sin manipulación de medios, sin mentiras, sin ocultación, una realidad, de verdad.