JON MONTALBAN( JESUS) - Video
PUBLISHED:  Jul 09, 2013
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QUÉ DEBO HACER PARA SER SALVO?



(1) Arrepentimiento es dar la espalda al pecado a fin de hacer lo que es correcto. Es más que simplemente confesar nuestro pecado, o pedirle a Dios que nos perdone. Esto incluye confesar nuestros pecados, pero va más allá que esto, en realidad, es dejar el pecado que hemos confesado. Arrepentirse significa renunciar el pecado con todo nuestro corazón, y hacer una firme resolución de abandonarlo y hacer lo que es bueno y santo. Arrepentirse significa voltearse e irse en la dirección opuesta. Una vez estábamos en el camino del pecado, continuamente cometiendo pecado y siguiendo a Satanás, pero cuando nos arrepentimos damos la vuelta por completo y damos la espalda al pecado y a Satanás y miramos a Cristo, siguiéndolo en hacer lo que es bueno y justo habitualmente. Si un borracho se arrepiente, va a dejar de emborracharse. Si un mentiroso se arrepiente, va a dejar de mentir. Si un chismoso se arrepiente, dejará de chismear. Si dice que está sirviendo a Dios ahora, y que se ha arrepentido, pero todavía está cometiendo estos mismos pecados que siempre ha cometido, es obvio que su arrepentimiento no es genuino y no le salva. Si hay arrepentimiento genuino en nuestra vida, va a ser evidente por lo que hacemos.

(2) Fe en Cristo involucra una confianza en Él de todo corazón para salvarnos. Una persona que cree en el Evangelio, y tiene una fe genuina en Cristo, cree con todo su corazón que Jesús murió en la cruz para salvarlos, y que son salvos por lo que Él hizo, y tienen una relación personal y real con Él confíando en Él. La fe es mucho más que un asentimiento intelectual. Muchos dicen que creen en Jesús, pero en verdad no tienen una verdadera fe que les puede salvar. La Biblia dice: "Tú crees que Dios es uno; bien haces. También los demonios creen, y tiemblan" (Santiago 2:19). Obviamente, los demonios no son salvos aunque crean que el único Dios verdadero existe. Muchos tienen fe como los demonios—creen en la existencia de Dios, pero no lo siguen ni lo aman ni confían en Él en sus corazones, ni son salvos. La verdadera fe es más que decir que creemos. Involucra el rendirnos enteramente a Cristo como nuestro Maestro para obedecerle y vivir por Él y para Él, en cada momento de nuestras vidas. Si verdaderamente crees en el Evangelio, vas a mostrarlo con tu vida, y vas a vivir solamente para la gloria de Aquel que murió por ti. La verdadera fe en Cristo involucra rendirnos a Él con todo nuestro corazón, y dedicarnos a Su servicio.

Querido lector, si sabes que no eres salvo, necesitas ser salvo inmediatamente. Apártate de tus pecados, renuncia todo lo que sepas que es pecado, y acude a Cristo con todo tu corazón, confiando que Él te puede salvar, rindiendo tu vida a Él para obedecerle de ahora en adelante. Luego continúa buscándole, siguiéndole por fe todos los días, leyendo Su Palabra, pasando tiempo con Él en oración, alabándole, haciendo buenas obras a otros, y obedeciendo Sus mandamientos.

Si te arrepientes y sigues a Dios, es necesario que seas bautizado en agua para públicamente declarar tu fe en Cristo. Jesús dijo a Su pueblo: "Y les dijo: Id por todo el mundo y predicad el evangelio a toda criatura. El que creyere y fuere bautizado, será salvo; mas el que no creyere, será condenado" (Marcos 16:15-16). Es necesario que creas en el Evangelio y seas bautizado por inmersión en agua para decir al mundo: "Yo creo en el Señor Jesucristo y voy a seguirle el resto de mi vida." Siendo inmerso en agua no te salva, pero si declara que crees que Cristo te ha salvado, y por lo tanto es una señal necesaria de la verdadera fe. Si dices que estás confiando en Cristo para tu salvación, pero no te bautizas, entonces hay mucha razón para dudar que verdaderamente crees.

Encontrar salvación para tu alma no se trata de unirse a una religión o convertirse a una cierta iglesia o costumbre. Se trata de venir a Cristo. La religión muerta no puede salvar a nadie. Pero Cristo es un Salvador vivo y puede salvar a todos los que vienen a Él en fe. Si quieres ser salvo, solo lánzate a Cristo. Rinde toda tu vida a Él. Dale todo tu corazón. Y dedica tu vida completa a entender más acerca de Él y conocerlo cada vez más. La salvación no se trata de hacerse parte de una religión; se trata de conocer a una Persona. "Y esta es la vida eterna: que te conozcan a ti, el único Dios verdadero, y a Jesucristo, a quien has enviado" (Juan 17:3).
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