Family Album II Homenaje a ...

FAMILY ALBUM II

UN TRIBUTO A SURFIN’ BICHOS



¿Otro CD homenaje?

¿Es que no había bastantes ya?

Admitámoslo: Incluso antes de escucharlos, los discos tributo provocan una sensación de pereza y hastío muy difícil de superar. Y rara vez satisfacen al oyente. Si es fan del grupo homenajeado, siempre piensa que los participantes no están a la altura de las circunstancias. Y si no lo es, ya me dirán… Por no hablar de la selección de grupos, que nunca deja contento a nadie, o del cuestionable tratamiento que, por regla general, reciben las canciones originales. No nos engañemos: la mayoría de discos homenaje contienen apenas un par de versiones salvables.

Así pues, ¿por qué poner en marcha el enésimo recopilatorio de estas características? Pues porque éste es diferente. En primer lugar, porque el grupo homenajeado es Surfin’ Bichos, cuyo repertorio marcó un hito en la reciente historia del pop estatal, tanto por su talento musical como por el logro que supuso para la formación albaceteña encontrar un territorio sonoro y textual propio en una época en que la escena patria buscaba analgésicos con los que mitigar la resaca de los ochenta y todavía no había descubierto la efímera felicidad de la burbuja indie. Fernando Alfaro, Joaquín Pascual y Carlos Cuevas (el núcleo “duro” de un proyecto del que también formaron parte otros miembros) atravesaron el desierto pertrechados de un saco en el que sólo había buenas canciones, y descubrieron que no era equipaje suficiente para sobrevivir en circunstancias adversas. Ese repertorio no merecía permanecer en el olvido, y por eso se han reeditado todos sus discos y se produjo una inolvidable gira de retorno. Pero también por eso era necesario, casi imprescindible, que sus compañeros de viaje (algunos de entonces y muchos de ahora) reconocieran el incalculable valor de su aportación a la historia de la música popular en castellano.

Sería superfluo detenerse individualmente en cada una de las veintiuna versiones que integran este disco. El oyente ya conoce los temas originales (no falta ni uno de los hits del grupo) y a la mayoría de los participantes, que los han hecho suyos. Sí vale la pena, en cambio, señalar que en la amplia selección se puede localizar a músicos que integraron proyectos con los componentes de Surfin’ Bichos, otros que fueron su público antes de montar su propia banda y muchos que compartieron escenario (o grabaciones) con ellos. Que las relecturas son heterogéneas y muy emotivas. Y que cada cual ha sabido llevar a su terreno la canción que le ha tocado en suerte.

Pero lo mejor de todo es que, una vez escuchado el tributo, es imposible evitar que nuestros pasos se dirijan a los estantes donde guardamos nuestra colección de discos, busquemos los de Surfin’ Bichos y volvamos a escucharlos con el mismo placer que cuando fueron publicados. Probablemente ése sea el mayor mérito de “Family Album II”: que el respeto y cariño con que todos los participantes han colaborado se transmite de tal modo al oyente que la finalidad última del proyecto queda plenamente lograda: reivindicar la vigencia de un cancionero mayúsculo, único e irrepetible.



Eduardo Guillot.