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Audio: "LO QUE EL AMOR ES", del compilado: "PALABRAS DE LUZ Y AMOR
DIVINO PARA TODA LA HUMANIDAD 17".

TEXTO:

Lo Que El Amor Es

El amor es sutil, invisible, no es material, sino real, así como el
Padre y la Madre son reales en la vida del cosmos. El amor es canal
rehabilitador, redentor. El amor es santo. Amor trae consigo la divina
protección. El amor rescata. El amor libera. El amor unifica. El amor
genera alegría. El amor ama. El amor es simple. El amor es libre. El
amor es Madre, es Padre, es hermano. El amor es paz. El amor es la
caridad que viene del seno del Padre Creador. El amor es la esencia de
la vida cósmica. El amor es la única solución para todos nosotros.
Es santo porque es pureza, verdad y luz. Genera vida al traer del
universo cósmico nuevos seres que serán la continuidad de la esencia de
la vida única. De esta especie de amor se genera la vida de todos los
reinos. Este amor emerge del núcleo de la vida única y hace posible que
los hijos del Padre y de la Madre creadores expresen su pureza original.
El amor es comunión. El amor es fusión. El amor es reunión. El amor es
paz. El amor es vida. El amor es la blanca y pura esencia del ser. El
amor atraviesa e impregna con su luz liberadora la oscuridad más
oscura, el abismo más profundo, el infierno más candente. El amor
reviste de paz el paradigma de los conflictos y de las guerras.
Debes comprender que vinimos a servir. Servir en amo y humildad. Servir
es, entre otras cosas, ayudar al que sufre a elevarse en conciencia por
encima de su situación. Que se eleve en conciencia, trabajando con
herramientas de luz para superar su estado. Vinimos a servir y no a
reformar a nadie.
No enseñar a alguien que quiere aprender, es perder una vida. Intentar
enseñar a alguien que no quiere aprender es desperdiciar la vida
propia, malgastar la energía, hacerse karma por tirarle las perlas a
los chanchos y sufrir innecesariamente.
Aprende a amar, da todo de ti y luego abre las manos nuevamente y
déjalo ir. Ama una y otra vez a toda forma de vida y ser que se cruce
en tu camino, agradece a Dios siempre y continua asistiendo a los que
necesitan de ti. Detenerte con los necios es darle la espalda a los
humildes que sufren y que, sí, te esperan con el corazón abierto para
que los sirvas.
Aprende a soportar las injusticias por que la verdadera desgracia esta
en cometerlas.
No se puede comprender las enseñanzas espirituales con la mente. Menos
con aquella que no quiere cambiar o que se cree que es autosuficiente y
que todo lo sabe. Fuimos creados desde el amor, por amor y para amar y
servir. Aprendamos a ser felices con la felicidad de los demás.
Tú sabes que nada puedes contra tu destino. Si eres prudente, aprovecha
lo bueno del momento actual y borra de tu interior la ansiedad por el
día de mañana.
Si buscamos lo infinito, es porque lo infinito nos llama y si nos
llama, es porque nos ha elegido. Los dispuestos vencerán pruebas, los
abnegados vencerán el pudor, los entregados vencerán el cansancio y los
vigilantes vencerán la limitación.
Un maestro nunca le da al discípulo lo que este quiere, sino lo que
necesita. Un maestro nunca le da al discípulo lo que necesita de la
manera que el desea sino como el maestro sienta que es mejor para su
progreso evolutivo. Un maestro le da al discípulo únicamente lo que la
voluntad divina, a través de la voz interna, determina.
Para participar en un proceso de cura debemos desprendernos de nosotros
mismos y trabajar exclusivamente al servicio de los demás. No es tarea
fácil, pero es algo sublime y constituye una gracia divina que le
permite a uno evolucionar a pasos agigantados. Constituye un
desprendimiento de nuestra personalidad, de nuestro egoísmo y nuestra
soberbia.
Debemos hacer lo que se necesita, no lo que queremos. El servicio es
una entrega interior muy intensa a cualquier necesidad que surja en el
planeta.
La paz no es suprimir el movimiento; no es caer en la inactividad. La
paz es entrar en la actividad armoniosa, es el movimiento en armonía.
Es hora de enseñar con el vivo ejemplo manifestado en cada acción
cotidiana.
Hablemos menos y hagamos más por los que más sufren. Instruyamos con
las acciones de amor al servicio de Dios y los demás más que con
palabras. Porque las sabias palabras instruyen de verdad no porque las
pronunciemos entre los curiosos y los que ignoran sino porque son el
corolario de nuestras acciones cotidianas.

El amor es sutil, invisible, no es material, sino real, así como el
Padre y la Madre son reales en la vida del cosmos. El...