Sonido la Changa

De Tepito para el mundo



La curiosidad lo convirti� en sonidero y una radionovela lo transform� en La Changa. Su nombre es Ram�n Rojo. Cuarenta a�os despu�s de haber seguido sus instintos de fiesta, es considerado como toda una leyenda del g�nero que, inspirado en la m�sica cubana y colombiana, se desarroll� en M�xico y ahora impulsa la invasi�n musical a Estados Unidos.
En los a�os 60, Ram�n Rojo era un joven de 20 a�os que de d�a disfrutaba de las novelas que escuchaba en una radio de bulbos y por las noches sal�a en busca de fiestas en su barrio natal, Tepito, uno de los m�s antiguos de la Ciudad de M�xico, donde su gente se caracteriza por ser de origen humilde.
Tras casi 40 a�os, Ram�n Rojo cuenta c�mo se transform� su vida para llegar a ser la leyenda viva de los sonideros con el Sonido La Changa.
�C�mo te convertiste en sonidero?
En el barrio donde yo nac�, que es Tepito, la gente se divert�a en fiestas de bodas, quince a�os, bautizos y dem�s celebraciones que se hac�an en vecindades con marimbas y conjuntos. Cuando los m�sicos descansaban, entraba el tocadiscos, que en aquel tiempo todav�a no se pod�a decir que fuera un sonido. A trav�s de los a�os el tocadiscos se llam� sonido y los iniciadores fuimos nosotros con Sonido La Changa.
�Por qu� se llama Sonido La Changa?
Mi familia era muy pobre y no ten�amos televisi�n. Nosotros ten�amos una radio de bulbos en la cual escuch�bamos las radionovelas de la �poca. Una de ellas era Chucho el Roto, que era un personaje que robaba a los ricos para darles a los pobres y Chucho el Roto ten�a de ayudantes a dos personas: uno era El Rorro y el otro La Changa. Entonces, como yo escuchaba mucho esa radionovela desde que estaba en la primaria, pues se me qued� el apodo de La Changa.
�Cu�ndo y con qu� m�sica nace Sonido La Changa?
Nace en 1968, en el a�o de las Olimpiadas en M�xico, con un amplificador de bulbos marca Radson, una trompeta y 20 discos de la Sonora Matancera con la se�ora Celia Cruz. En aquel tiempo cobraba cinco pesos la hora y no era por hacer negocio, sino por amor a la m�sica y hacia el baile y nunca pens� que Sonido La Changa abriera una fuente de trabajo para mucha gente y que fueran fuente de inspiraci�n para muchos sonideros que quer�an ser como Sonido La Changa.