Bastön

Justo después de la hora de comida, cuando mas castiga el sol en el Valle de Santo, las rejas de la puerta principal de la familia Lavana eran sacudidas fuertemente, señal inequívoca de que era tiempo de que Mu se quitara el uniforme de secundaria y colocara su gorra hacia atrás. Alistando pluma y libreta. Afuera, su inseparable camarada; Supremo, con la mochila llena de sorpresas, era el causante de semejante ruido. “ya vamonos compa, conecte dos tres casetes de rap, bien machines”.



Los dos amigos se perdían entre las calles polvorosas de la ciudad y detenían sus pasos en el 833 de la calle 20 de noviembre, en el que por mucho tiempo fue el centro de operaciones del que hoy por hoy es uno de los grupos de rap mas respetados de México. Aquí comenzó todo, en un lugar muy alejado de las principales urbes del país. Bastön había nacido.



En 1999, cambiaron su lugar de residencia al distrito federal, una vez ahí empezó la verdadera prueba, en un lugar ajeno a sus costumbres y a su argot tenían que sobresalir y ganarse un lugar dentro de la escena. Hombro con hombro junto con la Vieja Guardia han ido conquistando escenarios a lo largo y ancho del mapa. De tal manera que en la actualidad donde sea que pongan sus pies, el público dice que si con la cabeza cada vez que Supremo se luce con un ritmo mientras Muroslav calienta el micrófono.



El estilo del grupo es muy característico, las letras de Mu van enfocadas a temas específicos y sin concesiones a una postura o corriente en particular, son opiniones expresadas muy inteligentemente sobre las actuales situaciones alrededor del globo.



En cuanto a los ritmos, Supremo tiene el control absoluto. Seducido por la mejor época del rap, los beats de Bastön siguen sonando duros, ciertos, y demoledores. Con la inestimable ayuda en las cuerdas de Tristan, bajista de planta del grupo, la base musical logra un balance perfecto con la voz.



La constante evolución artística de este combo de rap, nos hace suponer que lo mejor de Bastön aun esta por venir. Esto, aunado a las constantes amenazas de un disco clásico del genero vertidas por este par, nos dejan tranquilos y a la expectativa del mismo.



“Bastön no esta en la casa, esta en el aire”