Ser un “Radical” no tiene nada que ver con poner bombas, manchar paredes en las calles, asesinar a diferentes personas ni tomar ninguna posición extremista en cuanto a raza, religión, política o credo.
Es sumamente importante estar claro en lo que creemos y en lo que no apoyamos. Si los principios en los que fundamentas tu vida están basados únicamente en Jesucristo y su ejemplo integral y perfecto con la humanidad; y te mantienes fielmente en ellos, eso es ser un “Radical”.
RADICALES 51 implica firmeza, convicciones sólidas establecidas en el único Ser Supremo. El complemento del nombre se basa en Salmos 51, el cual nos muestra el lado misericordioso y perdonador de Dios. Él siempre está dispuesto a perdonarnos, sólo basta que lleguemos con un corazón contrito y humillado, reconociendo nuestros errores.
Se corría el año 2001 y el Evangelista Dante Gebel se iba a presentar en El Salvador, mientras tanto se preparaba un coro de unas 100 personas que cantarían en el evento programado para el mes de Octubre. Dicho coro estaba siendo preparado por Luis Mario Magaña, un músico profesional que daba sus primero pasos en su recién adquirido estudio. Al saber esto, Pablo Rosales, vocalista de la banda se acercó a el para comentarle que había escrito un par de canciones que le gustaría mostrarle después de todo el trabajo de esa actividad.
Allí comenzó todo, alentado por Luis Mario Magaña, Pablo se dispuso a reclutar a un grupo de personas que completarían el equipo, pues desde el principio quiso no ser solista, se integraron al grupo 6 señoritas que habían participado en el coro y otros amigos. El arreglo lo hizo Luis Mario Magaña y la canción se llamaba “No Te Des Por Vencido” en el año 2002, pero no obtuvo la difusión esperada. Para dicha grabación se integraron al grupo los primero músicos, Denys Antillón (Guitarra) y René Castillo (Bajo), los cuales permanecen hasta hoy. Para las primeras presentaciones en vivo, Denys llevó a Erick Argueta, un amigo suyo y baterista de 16 años. Desde entonces, se les comenzó a llamar RADICALES 51.
Fue entonces cuando nació la necesidad de viajar a algunos lugares en los cuales se tocaba alabanza y adoración. Desplazar a 12 personas para una presentación se volvía demasiado difícil, por lo cual, después de un tiempo sin actuaciones en vivo el grupo se redujo y quedó con los integrantes actuales, añadiéndose el tecladista Ricardo Escobar.
Con esta alineación, unida más por la amistad que por la música, comenzaron a elaborar una canción, pero esta vez con arreglos propios. Dicha canción intentaron grabarla en computadora por un lapso de 8 meses y la canción se perdió en 3 ocasiones por desperfectos de la máquina. Después de ganar un concurso de composición en el año 2003, se animaron a continuar haciendo arreglos de sus propias canciones.
Para el año 2004, Luís Mario Magaña les ofrece grabar un concierto en vivo, pero sin derecho a corregirlo en estudio. Con esta idea comienzan a pensar en las canciones que utilizarían. Poco tiempo después, el empresario Giovanni Meléndez, decide ayudarles con gran parte de la inversión luego de escuchar las composiciones en un concierto realizado en su propia iglesia, volviendo aquel proyecto sencillo algo más serio, con la única limitante de tener que lanzarlo para una fecha específica, lo cual reducía las posibilidades de perfeccionar el álbum.
Finalmente, después de hacer los arreglos en una semana y de ensayar en tan sólo ocho días entraron al estudio. El producto de este arduo trabajo realizado en 22 días aproximadamente, se colapsó en su primer disco llamado “51”, y es el reflejo de la pasión por expresar un mensaje sincero, sin religiosidad y sin echar a un lado la adoración a nuestro Señor Jesucristo.
Tres años después, luego de un sin fin de presentaciones en eventos cristianos y del mercado general, y preocupados por la crítica situación de violencia, inseguridad y conflictos sociales por la cual atraviesa El Salvador, la banda decide trabajar en un nuevo proyecto discográfico totalmente diferente al primero.
El disco se titula “INTEGRAL”, cuyo propósito es presentar canciones que no tengan excesos musicales, sin muchas distorsiones ni distracciones, sin escalas impresionantes, sin técnicas espectaculares para darle prioridad al alto contenido social de sus letras. Lo anterior no le resta la calidad y el profesionalismo que la banda ha adquirido con el correr de los años, logrando definirse como un grupo maduro y enfocado en llevar el mensaje de Cristo a todos los sectores.
