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La Estación del Silencio continúa como foco efervescente de la agitación cultural zaragozana. De sus últimas propuestas, la más sonada, la fiesta-homenaje a Enrique Bunbury, el Bunburazo Total, va ya por su segunda convocatoria, y otras muchas, también interesantes, su fraguan en torno a un bar que nunca quiso ser sólo eso. Y van ya 20 años…
Desde sus comienzos en marzo de 1987, Boch y Antonio tenían muy claro que lo suyo no sería un bar como los demás. Su juventud y empuje les llevó a rodearse de lo más variado e interesante del ambiente musical de la Zaragoza de aquellos años y de un buen número de clientes que disfrutaron de aquellos comienzos y siguen haciéndolo todavía, los históricos y los que han ido renovando un público siempre caracterizado por buscar lo alejado de las modas, de lo vulgar y en definitiva de lo que la gran mayoría de los locales ofrecen.
Es el amor por la música y lo que ella nos ofrece lo que llevó en su día a Boch y Antonio a participar incluso en distintos grupos musicales de la ciudad, seminales algunos y de mayor relevancia otros, como La Máscara o Tres Años de Pena en el caso de Boch o Boda de Rubias y Niños del Brasil en el caso de Antonio.
El ambiente del bar siempre ha sido propicio para la creación, manifestación y difusión de ideas, muchas veces surgidas entre sus paredes y otras, cobijadas, adoptadas, y apoyadas por las personas que en mucho o en poco formaron y forman parte de esta historia. La gran mayoría de los grupos surgidos en Zaragoza en estos casi veinte años han encontrado su hueco de una u otra manera en este pequeño santuario a orillas del Huerva. Desde los más famosos como Héroes del Silencio, a todo tipo de antiguos compañeros de fatigas y nuevas generaciones, como Luxury Beat, Las Novias, La Nube, Niños del Brasil, Sick Brains, Distrito 14, Días de Vino y Rosas, El Niño Gusano, Los Peces, Volador, Peatones y tantos otros.
Pero no sólo los músicos han compartido sus vivencias en el local. Pintores, escritores, cineastas, escultores y gentes de todo tipo motivados por una inquietud de creación y de cambio han hablado, bebido, bailado y creado al son de los ritmos vitales de La Estación del Silencio.
Diversos videoclips, cortometrajes, reuniones de clubs de seguidores de Héroes, fiestas y actuaciones, han visto la luz en el local. En su pequeño escenario hemos podido disfrutar de momentos mágicos que han quedado tatuados en nuestro cerebro. Las actuaciones acústicas de un Bunbury investigando su futuro, la personalidad de Alan Boguslavski que nos conquistó en cuanto cruzó el charco, presentaciones de discos como las de Héroes o Distrito 14, visitas de fuera de nuestra ciudad.
Incluso este empuje ha estallado muchas veces en cosas concretas como la creación del fanzine Estado Estacionario, que apoyó todo este interesante movimiento, pero sobre todo el nacimiento del Sello Discográfico EDS, donde han encontrado cobijo algunos grupos incipientes, como Gonzalo Valdivia y el Alquimista, The los Nervios y Malamente, que editaron allí sus primeros discos, e incluso el lanzamiento de un discolibro de cuentos, Gozosa, de Michel Royo, donde participan muchas de las personas que han formado parte de esta "historia" y que sirvió de prueba de fuego para nuevas aventuras fraguadas entre las paredes del bar, como la creación entre Antonio Estación y Enrique Bunbury de una nueva editorial de poesía, Chorrito de Plata, dedicada al lanzamiento y promoción de nuevos creadores aragoneses, algunos de creciente renombre como Puritani, Octavio Gómez Milián o Segio Algora, que ya en su primer año, ha tenido ramificaciones como Chorrito del Sur, impulsada en colaboración de Javier Ojeda para el lanzamiento de nuevos poetas andaluces, o Chorrito Azteca, con la misma pretensión de apoyo a jóvenes creadores mexicanos que Bunbury ha ido conociendo en sus múltiples viajes al Nuevo Continente.
Pero no sólo entre las cuatro paredes de su local se ha encerrado la magia de La Estación del Silencio. Recordamos con nostalgia sus primeros Aniversarios en la añorada Sala En Bruto, con actuaciones memorables como la de Niños del Brasil en el lejano 1988, la de Luxury Beat en 1993, la de En Pecado y tantas otras, contando incluso con grupos "forasteros" y visitas de lujo como la de Alaska que actuó de DJ junto a Santi Rex. Y qué decir de las entregas de los Premios Estación del Silencio, donde hemos podido ver todo tipo de actuaciones desde Las Novias a Amaral o desde El Niño Gusano a Malamente. Reuniones de distintas gentes que conociéndose o no, han estado unidas por un sentimiento global de interés por la música y la cultura, siempre en torno al espíritu nacido de las ideas surgidas entre sus paredes.
No contentos con los éxitos logrados y buscando nuevas fórmulas y nuevos estímulos para hacer de La Estación del Silencio algo más que un bar de copas, surgió la idea del Bunburazo Total, como una fiesta homenaje a uno de los grandes amigos del bar, Enrique Bunbury, que contó en su primera edición con amigos y artistas de la talla de Carlos Ann, Javier Ojeda o los zaragozanos Santi Rex, Volador y Parasiempre. Y en la segunda edición con Luis Zarápolis, Jafi Marvel y Santi Rex junto a Toño Novias acompañados de Volador, tanto en la sala El Sol de Madrid como en el Festival Anciles Directo de Benasque. Pero no sólo de palabras y música se nutre el espíritu de la estación. Recientemente se ha constituido además como sede social de la Asociación Cultural Medioambiental Planeta Aragón, precisamente para aunar y apoyar esfuerzos en este sentido, con la realización de concursos y otras iniciativas que promuevan el espíritu de defensa del Medioambiente. Como apoyo a esta idea, La Estación coordinó la edición de un disco recopilatorio titulado Natural de Aragón y promovido por el Departamento de Medioambiente del Gobierno de Aragón, que trajo de nuevo mucha buena música y muchas sorpresas, y la creación de la web oficial de la asociación: www.planetaaragon.com.
Y lo que queda por decir y por hacer.
Un lugar, en definitiva, con una historia emocionante y un discurrir único para las personas que han vivido de una u otra manera esta realidad de nuestra ciudad que es La Estación del Silencio. Y un buen sitio donde tomarse unas copas.
MÁS INFORMACIÓN: www.estaciondelsilencio.com
