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OTRA NUBE. NUEVO DISCO
Javier Colis rompe dos años de silencio discográfico con “Otra Nube”, un disco en el que se destila la esencia de uno de los artistas de referencia del rock experimental de nuestro país. En este trabajo conviven con absoluta coherencia el Javier Colis más brutal, los sonidos más enfermos, radicales y afilados de sus primeros tiempos, con el crooner oscuro y heterodoxo que afloró con sus dos discos anteriores, al frente de Las Malas Lenguas.
Durante estos dos años, Javier Colis ha estado de gira por España y por Norteamérica, donde LA Times dijo de su actuación en el homenaje a Cohen en la UCLA: “El ronco y afilado Colis puede convertirse en una estrella aquí; su aplastante interpretación de "El Carnicero" fue el único momento realmente sexy de la noche “ o en el Harp Magazine: “Javier Colis, un carismático roquero español, haciendo su primera
aparición en USA, retorciéndose en el escenario como Nick Cave o Jarvis
Cocker”.
Con “Otra Nube” ha encontrado el punto de ebullición exacto. Reconocemos, por una parte, a ese guitarrista genial, rotundamente personal, capaz de crear los riffs expresionistas más hirientes del rock español. Hablamos del personaje más extremo, el de esos sonidos que golpean directamente al estómago, presentes en canciones como “Ahí viene esa mujer”, “Mira esa barca”, o “Estás muy mal”. Pero ese extremo convulso, imprescindible para entender el rock más arriesgado y atractivo de todos los tiempos, convive en perfecta armonía, dentro de “Otra nube”, con el cantante con mayúsculas, capaz de emocionar en canciones como “Cruje mi reloj”, “Otra nube”, “La Balada de la Yegua Ausente” (esa versión cubista del clásico de Cohen que interpreta junto a la cantante norteamericana Perla Batalla, con la que estuvo de gira por USA en el 2008) o “Mosquita muerta fatal”, uno de los temas donde los dobles sentidos y la ironía de Colis afloran más que nunca, en unos textos donde hay referencias bíblicas, ataques de cordura, extrañas declaraciones de amor y cuentos para no dormir.
Esa combinación de extremos que se tocan tiene también que ver con sus compañeros de viaje en este disco. Por una parte, la presencia de la batería del gran Nacho Colis, el complemento directo y perfecto, imprescindible para configurar un disco como este. Tampoco podía faltar el núcleo duro de Las Malas Lenguas, el dadaísmo de Saúl Cortés (teclados) y Julen Palacios (guitarra), también conocidos como La Familia Atávica o el mágico toque del contrabajo de Javier Díez Ena. En las letras: la participación como coletrista de algunas de ellas de la escritora Silvia Grijalba o la adaptación de ese poema de Giner de los Ríos “Mira es barca”, al que Colis le da un aire lisérgico e inquietante. La grabación y producción corre a cargo de Miguel Lorenzo, el ingeniero que mejor conoce el sonido de Javier Colis y las Malas Lenguas.
